La comunicación es un eje sumamente importante a la hora de promover una cultura de trabajo más diversa e inclusiva: al comunicarnos estamos construyendo sentidos que influyen sobre nuestra manera de comprender el mundo. Es así que comunicar inclusivamente contribuye a una mayor equidad entre las personas, visibiliza grupos que han sido vulnerados a lo largo de la historia, promueve el respeto y la empatía, mientras que evita las miradas simplistas y estereotipadas.
Promover comunicaciones más inclusivas en las organizaciones no es solo potestad de las áreas de comunicación y relaciones institucionales, sino una responsabilidad transversal y compartida. A continuación, compartimos una serie de buenas prácticas a tener en cuenta en comunicaciones internas, externas, institucionales o interpersonales:
- Incluyamos la perspectiva de diversidad, equidad e inclusión en todas nuestras comunicaciones y no solo en aquellas vinculadas a fechas especiales como el Día de la Mujer, el Día de las Personas con Discapacidad, el Día del Orgullo, etc.
- Desarrollemos mensajes simples, claros y directos, con vocabulario fácil de comprender para todas las personas. En comunicaciones masivas evitemos el lenguaje muy técnico o específico.
- Evaluemos si el uso de palabras en inglés es realmente necesario y si nuestro público comprenderá su significado.
- Trabajemos para que nuestras comunicaciones sean accesibles para todas las personas: para eso contamos con herramientas como subtítulos para los videos, podemos asegurar que los textos puedan ser leídos por lectores de pantalla, incluir descripciones del contenido en las imágenes, entre otras.
- En comunicaciones gráficas o audiovisuales, visibilicemos la diversidad incluyendo personas de distintas identidades de género, edades, fisonomías, colores de piel, estaturas, contextura física, culturas, personas con discapacidad, etc. Asimismo, presentemos personas en roles diferentes a los tradicionales a modo de evitar estereotipos de género.
- Promovamos el uso del lenguaje sin marca de género. Por ejemplo: en vez de hablar de “todos” podemos decir “todas las personas”, o en vez de “bienvenidos” podemos utilizar la expresión “les damos la bienvenida”. Tengamos en cuenta que el uso de masculino genérico invisibiliza otras identidades.
- Utilicemos correctamente los pronombres de las personas (ella-él-elle) y tengamos en cuenta que muchas veces las suposiciones fallan. Podemos prestar atención para ver cómo la persona se refiere a sí misma o, ante la duda, preguntar respetuosamente.
- A la hora de desarrollar comunicaciones específicas sobre diversidad, equidad e inclusión asesorémonos con persona expertas en la temática.
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