De acuerdo al estudio realizado por Adecco “Las ´capacidades diferentes´ como eufemismo de la discapacidad” (2019), el 41% de las empresas no toma personal con discapacidad. Frente a esta problemática, el primer paso es la sensibilización y formación de nuestros equipos de trabajo.
El Día Internacional de las Personas con Discapacidad nos brinda la oportunidad de compartir algunos puntos a tener en cuenta para promover ámbitos laborales más accesibles e inclusivos:
- No definamos a la persona como: discapacitada, especial, incapacitada, lisiada, con necesidades especiales, con capacidades diferentes. Hablamos de persona con discapacidad, así ponemos en primer lugar a la persona.
- Antes de ayudar a una persona con discapacidad, preguntémosle si quiere o necesita ayuda y de qué modo podemos presentársela. No insistamos ni nos ofendamos si la persona nos dice que no.
- Tratemos a las personas con discapacidad de acuerdo con su edad cronológica sin infantilizarlas.
- No exageremos en el trato: podemos admirar a la persona, pero no nos asombremos ni la felicitemos ante cuestiones cotidianas.
- Miremos de frente a las personas con discapacidad auditiva para facilitar la lectura labial, quitémonos las manos de la cara al hablar y recurramos a la escritura para mencionar información crucial (palabras poco comunes, nombres, direcciones, horarios, fechas, etc.). Recordemos que las expresiones corporales, faciales y la lectura de los labios son de suma importancia para completar los sonidos del habla.
- Con las personas con discapacidad visual presentémonos y despidámonos en voz alta para que sepan de nuestra presencia y ausencia. Preguntémosles si necesitan ayuda para desplazarse y para eso ofrezcamos el brazo en vez de tomar el de la persona. Para direccionarlas digamos “a la derecha o la izquierda” nunca “aquí o allí”. Mantengamos un entorno ordenado, evitando puertas entreabiertas, objetos fuera de su sitio y recordemos informarles ante cualquier cambio que se realice.
- Utilicemos un lenguaje breve y claro con las personas con discapacidad intelectual y avisémosles de los cambios antes de que ocurran.
- Si la persona tiene discapacidad motriz, en caso de que utilice muletas, bastones o andador, tengamos en cuenta que los mismos cumplen una función de apoyo, sostén y equilibro. Si lo deja en un lugar que incomoda, nunca se debe moverlo sin preguntarle.
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